La formación constante y adecuada es un requisito indispensable para el crecimiento profesional en cualquier ámbito.
Pero ¿cómo escoger el curso que mejor se adaptaría a nuestras necesidades en el ámbito “salvaje” de las enseñanzas no regladas?
A mí entender, son varios los aspectos que hay que tener muy en cuenta a la hora de elegir:
1. Aunque el curso fuera impartido por el profesor más sonado del mundo, si la técnica enseñada no correspondiese con nuestro nivel actual, probablemente de muy poco nos serviría. Siempre hay que informarse a quien está dirigido el curso y que conocimientos previos serían necesarios para la adecuada comprensión del temario.
2. Evitar los grupos enormes. La capacidad de atención personal y corrección de errores del profesor disminuye proporcionalmente con el aumento de número de alumnos. Aunque tuvieran un precio más atractivo los cursos de más de 15 alumnos pueden resultar una pérdida de tiempo e incluso dinero. Una cantidad razonable, adoptada por muchos célebres profesores de uñas es la de alrededor de 10 personas.
3. Aprender de manera estructurada. Las decoraciones y las formas de diseño son lo más vistoso y es lógico que atraigan fácilmente nuestro interés. Pero un adorno bonito difícilmente va a disimular un esculpido mal ejecutado. Es muy recomendable intentar perfeccionar hasta el límite nuestra destreza en la construcción de las uñas y no dar prioridad a las múltiples y llamativas técnicas de decoración.
Hay muchos aspectos más que se deben tener en cuenta, pero con un poco de sentido común y con la ayuda de las nuevas tecnologías cualquiera puede recopilar bastante información sobre cualquier educador antes de invertir su dinero.
En mi humilde opinión las personas que se dedican exclusivamente a impartir formación, por muy buenas que sean, no serían las más adecuadas para, al menos, enseñarnos los niveles básicos e intermedios de construcción de uñas.
Mucha gente también se siente atraída por los llamados “Master”, que casi todas las marcas de productos de uñas utilizan en sus estrategias de expansión y cuyo punto más negativo son las restricciones en lo relativo al uso de productos y la elección de los profesores.
En cuanto a mí, aunque me queden todavía muchas cosas más por aprender en esta vida, las que ya domino me siento capaz de transmitirlas de forma muy comprensible y provechosa para todo el mundo, sobre todo gracias a la vasta experiencia adquirida impartiendo clases a tantas personas de sitios tan diversos como Sudamérica, el Oriente Medio, los Países Bajos, los Balcanes y, por supuesto, la Península Ibérica.
La formación que doy, siempre intento estructurar de manera organizada, para facilitar lo máximo posible el proceso de aprendizaje.
Mis temarios abarcan todos los niveles: desde las nociones básicas para empezar a esculpir uñas de gel o acrílico, hasta las decoraciones en 3D.
Además, el hecho de que las actividades formativas no sean mi fuente de ingresos único, me permite mantener los precios muy competitivos, aun trabajando con grupos reducidos.
Si les interesa pueden consultar las opiniones sobre la formación que ya ha sido impartida por mi en nuestros perfiles de Google y Facebook.
Y por último, para aclarar cualquier duda respecto a formación siempre pueden echar mano de nuestro formulario de contacto, el chat en directo o llamando.